Hamza Khan, conferenciante destacado del Congreso Mundial de Educación (WEC) de la MPI, que se realizará en junio, cree que los líderes deben olvidarse de las lecciones de las anticuadas guías de gestión y adoptar un enfoque de liderazgo que dé prioridad a las personas, es decir, que anteponga el compromiso y el bienestar de los empleados a las ganancias. Deben hacerlo con la plena confianza de que al cuidar de sus empleados, estos cuidarán de los clientes. Después de todo, son los clientes bien atendidos los que se encargan de las ganancias.
Sin embargo, el entorno laboral moderno no está funcionando para la mayoría de la gente. De acuerdo con el reciente informe de Gallup “El Estado del Lugar de Trabajo Global,” los trabajadores experimentan alarmantes índices de falta de compromiso, insatisfacción e infelicidad.
El sesenta por ciento de los empleados expresa sentir desapego emocional por su trabajo, y el 19 por ciento dice sentirse completamente infeliz. Solo una tercera parte de los trabajadores manifiesta sentirse comprometida.
“Sobre la base de mi investigación y trabajo en las áreas de agotamiento laboral y bienestar en el lugar de trabajo, puedo observar las numerosas maneras en las que esta generalizada falta de compromiso produce pérdidas en todos los ámbitos,” comenta Khan. “Para las organizaciones, entre otras cosas, conlleva una mayor rotación de personal, disminución de la productividad, aumento de comportamientos improductivos en el lugar de trabajo y, en última instancia, aceleración del fracaso empresarial.”
Sin embargo, las consecuencias para las personas son más graves. La falta de compromiso provoca una disminución en la salud mental, física y emocional, señala Khan, y lo que es peor: enfermedades, lesiones o muertes.
Fomentar las habilidades interpersonales
En su ponencia magistral del WEC (a celebrarse del 13 al 15 de junio en el Caribe mexicano), “Human 9000: Navigating the Future of Work with Attunement, Resilience and Creativity” (HUMAN 9000: Abordar el Futuro del Trabajo con Sensibilidad, Resiliencia y Creatividad), Khan analizará cómo los seres humanos se integrarán en el entorno de trabajo del mañana y cómo los líderes pueden ayudarles a prosperar. Para Khan, una forma de tener éxito en un entorno laboral cada vez más automatizado es apoyarse en las cualidades humanas que son casi imposibles de automatizar, como las habilidades interpersonales.
“A todos los profesionales yo recomendaría fomentar habilidades interpersonales como la sensibilidad (la capacidad de reconocer los cambios dentro y fuera de las organizaciones), la resiliencia (la capacidad de adaptarse y soportar el estrés) y la creatividad (la capacidad de visualizar conexiones entre puntos de datos aparentemente dispares),” comenta Khan.
Con respecto a los líderes, Khan sugiere promover valores como el servicio (anteponer las necesidades de los subordinados a las propias), la innovación (la capacidad de alterar el statu quo de forma proactiva y constructiva), la diversidad (el poder de liberar todo el espectro del potencial humano) y la empatía (la capacidad de identificarse con las circunstancias de los demás).
“Y para las personas que busquen llevar a otro nivel sus habilidades interpersonales, recomendaría las siguientes a prueba de futuro: transparencia (la capacidad de comunicarse con claridad y honestidad), apertura (la capacidad de ser receptivo a nuevas ideas e información), comprensión (la capacidad de asimilar la información a fin de crear un ambiente armónico), compasión (la capacidad de preocuparse genuinamente por los demás) y humildad (la capacidad de reconocer las propias limitaciones),” agrega.
“Aprender, desaprender y volver a aprender”
Khan es cofundador de SkillsCamp, una empresa de capacitación en habilidades interpersonales, además de especialista en marketing, autor de bestsellers y docente; actualmente imparte clases en el Seneca College y la Ryerson University de Canadá.
Para él, trabajar en la educación a nivel superior es una de las mejores decisiones que ha tomado en la vida.
“Al principio, parecía algo absurdo, dadas las expectativas de mis mentores, reclutadores y consejeros acerca de mí", comenta Khan. “El sueldo tenía que ser más alto, las marcas debían ser de mayor prestigio y era necesario tener una mejor flexibilidad de trabajo. Sin embargo, el atractivo del que el sector carecía en esos momentos se compensaba sobradamente con crecimiento, aprendizaje y felicidad – los tres componentes esenciales de una carrera gratificante.”
“Parafraseando al futurólogo Alvin Toffler, el futuro es amable con quienes pueden 'aprender, desaprender y volver a aprender.’”
Las diversas experiencias en distintas instituciones educativas y empresas dedicadas a la educación en las que ha ocupado un gran número de cargos, tales como profesional de la comunicación, directivo, emprendedor, empresario, profesor, estudiante de posgrado y profesor visitante, han brindado a Khan toda una vida llena de conocimientos y despertado el auténtico deseo de seguir aprendiendo durante toda la vida.
“Esto me ha permitido prever el futuro y cambiar antes de que el cambio sea necesario", afirma Khan. “Parafraseando al futurólogo Alvin Toffler, el futuro es amable con quienes pueden 'aprender, desaprender y volver a aprender.’”
Dar prioridad a las personas
Una de las cosas que los empresarios y empleadores pueden aprender o volver a aprender es que el cambio puede ser bueno. Pero evitar cambiar es algo en lo que los seres humanos frecuentemente destacan hasta que mueren.
“El liderazgo destructivo es un pequeño pero significativo promotor de la falta de compromiso de los empleados y de la consiguiente rotación de personal que sigue provocando", afirma Khan. “Estos líderes tienden a anteponer sus necesidades y las de sus organizaciones a las de las personas que los apoyan. Y al maximizar el valor que tienen de sí mismos, admiten, desatienden y provocan desutilidad en otros.”
Khan señala que estos líderes tienden a mostrar lo que se conoce como “La Tríada Oscura” de rasgos de personalidad: niveles subclínicos de narcisismo, maquiavelismo y psicopatía. En realidad, es un reducido número, pero significativo, de auténticos “malos” actores los que generan la falta de compromiso.
Desde una perspectiva más amplia, el ponente menciona que el hilo conductor más común entre los líderes bien intencionados parece ser la inercia activa, es decir, la tendencia a repetir patrones de comportamiento establecidos, inclusive en respuesta a cambios drásticos del entorno.
“En otras palabras, se trata de evitar situaciones de cambio y repetir lo que ha funcionado en el pasado,” agrega. “Esto es comprensible dada nuestra resistencia al cambio. En general, los seres humanos tenemos miedo a lo desconocido, ya que a lo largo de nuestra evolución se ha asociado a pérdidas. Y para mantenernos alejados de ellas, tendemos a aferrarnos a lo que conocemos.”
“Nadie conoce mejor que los propios empleados de primera línea los obstáculos que les impiden hacer su mejor trabajo.”
Sin embargo, ante un mundo de rápidos cambios, mantenerse en lo mismo solo empeorará las circunstancias actuales.
“El caos está ávido de organizaciones que fracasan,” afirma Khan. “Y prospera cuando los líderes son evasivos y reacios al cambio. No obstante, la responsabilidad de contener esta aparente epidemia de falta de compromiso no recae únicamente sobre los hombros de los líderes.”
El ponente opina que los empleados deben demostrar ahora más que nunca liderazgo personal y abogar enérgicamente por sí mismos en sus lugares de trabajo.
“Nadie conoce mejor que los propios empleados de primera línea los obstáculos que les impiden hacer su mejor trabajo,” afirma Khan. “Por lo tanto, a los líderes les diría que dieran prioridad a sus subordinados y se esforzaran por eliminar las barreras de su camino. Y a los empleados les aconsejaría que mantuvieran comunicación constante con sus superiores y les hicieran saber lo que necesitan para desempeñar mejor su trabajo.”
Para Khan, los dos últimos años de pandemia le han dejado la optimista seguridad de que la solución para mejorar nuestros sistemas es sencilla y alcanzable.
“Es necesario centrar la toma de decisiones en torno a las necesidades de las personas y del planeta, y no al revés. Por eso tengo prisa por volver a humanizar tantos lugares de trabajo como sea posible: con suficientes organizaciones prósperas que den prioridad a las personas, la humanidad podrá intentar superar la pobreza, la ignorancia y la vulnerabilidad de mejor manera,” declara Khan.
En colaboración con Speakers Spotlight.
Imágenes cortesía de Hamza Khan.